¿Es necesario el uso de un cojín de embarazada?
Analizamos si utilizarlo aporta o no más seguridad a la madre y al feto
Seguridad Vial
En primer lugar, queremos destacar que la seguridad va evolucionando, al igual que los vehículos y las soluciones aplicadas, por lo que lo que podía ser válido hace 20 años, es muy posible que no lo sea en la actualidad.
Dicho esto, recordemos qué es el cojín de embarazada. Se trata de un cojín cuya función es bajar la cinta abdominal del cinturón de seguridad y su uso se ha extendido mucho en los últimos años. De hecho, se pueden encontrar muchos modelos diferentes en el mercado.
Si analizamos su seguridad vemos que, técnicamente, el hecho de modificar la posición del cinturón de seguridad crea una holgura al cinturón que hará que el desplazamiento de la pelvis aumente en caso de colisión. Además, la aceleración con la que la ocupante llega al cinturón es superior, al no haber un buen ajuste del cinturón en la pelvis. Un tercer factor que influye en la retención de la pelvis es la curvatura que, en general, genera este tipo de dispositivos al cinturón de seguridad, haciendo que la banda del cinturón no trabaje totalmente y concentrando la presión derivada de la fuerza de retención en una menor superficie de cinturón. Por lo tanto, puede haber un aumento del riesgo de lesiones en la ocupante. Dicho de manera más clara: el uso de estos cojines claramente no es beneficioso para la futura madre.
En cualquier caso, estos cojines están diseñados para proteger mejor al feto. Analizamos las evidencias sobre ello.
Desde el punto de vista técnico, el aumento del desplazamiento de la pelvis hace que el desplazamiento de la ocupante hacia delante aumente. Eso significa que aumenta también el riesgo de impacto del feto contra el volante y para las futuras madres conductoras tampoco sería algo aconsejable.
Normativamente no existe ningún protocolo de ensayo que defina unos niveles de seguridad mínimos para este tipo de cojines. En muchos de ellos se define que están ensayados según el Reglamento 16 de Naciones Unidas, un Reglamento destinado a homologar los cinturones de seguridad en los vehículos y que, en ningún caso, marca ningún criterio de lesividad para el ocupante.
Desde el punto de vista médico, la Federación de Asociaciones de Matronas de España, en su guía infantil, desaconseja el uso de cojines y pinzas para sujetar el cinturón de seguridad.
Recomendamos la visita a la guía infantil BEBES Y NIÑOS SEGUROS EN EL COCHE, realizada por Fundación MAPFRE en colaboración con FAME, para profundizar en las recomendaciones de seguridad para las futuras familias.
En resumen, no hay ninguna evidencia científica sobre las mejoras que aporta el uso de un cojín de embarazada, mientras que sí hay muchos datos sobre los daños que puede provocar una mala sujeción de la pelvis debida a holguras del cinturón de retención infantil.