El transporte escolar y el cinturón de seguridad
En este sentido, en el de la responsabilidad paterna, debemos conocer las normas imprescindibles para el transporte escolar, y exigir su cumplimiento en caso de que veamos que no se cumple alguna de ellas:
- La edad máxima de los vehículos destinados a transporte escolar será de 16 años.
- Deben llevar un distintivo visible que indique transporte escolar, tanto delante como detrás.
- Todas las inspecciones técnicas deben ser superadas, y así debe constar en la documentación: la periodicidad será anual si el vehículo tiene menos de 5 años, y semestral en caso de superar esa antigüedad.
- Debe llevar seguro obligatorio y complementario en regla. El complementario debe cubrir la responsabilidad civil por daños y perjuicios
- Debe contar con la autorización especial específica para poder realizar transporte escolar.
- Debe disponer de plazas para personas con discapacidad.
- El piso del vehículo no puede ser deslizante y los bordes de la escalera deben ser de colores vivos.
- Las puertas deben disponer de barras para facilitar las operaciones de subida y bajada.
- Los asientos ubicados frente a huecos de escalera, o aquellos que no estén protegidos por el respaldo de otro, deben contar con un elemento fijo de protección. Si estos asientos van ocupados por niños de 5 a 11 años, los cinturones tendrán tres puntos de anclaje y dispondrán de cojines elevadores.
- La duración máxima del tiempo de viaje en cada sentido no debe exceder de 1 hora.
En caso de que alguno de estos puntos no se cumpliese, los padres deben actuar y exigir que sus hijos viajen en transportes seguros y que las rutas sean seguras. Pero, lamentablemente, la responsabilidad no termina ahí. Desde 2007 los autobuses están obligados a llevar cinturón de seguridad en todas las plazas, pero lo realmente importante es saber que todos los niños llevan el cinturón correctamente abrochado.
Esa es la parte más compleja y la más difícil de conseguir que se cumpla. Aquí no solo influyen los padres y la educación de sus hijos, sino la disposición del propio conductor a que se cumplan las normas dentro del vehículo.