El efecto submarino
La importancia de llevar bien colocado el cinturón de seguridad
Una de las posibles consecuencias del uso inadecuado del cinturón es la conocida como efecto submarino. No tiene nada que ver con el ámbito acuático pero si con el hecho de hundirse. Si el cuerpo no está bien sujeto por el cinturón de seguridad, presiona el asiento hacia abajo y puede llegar a deslizarse debajo de la banda abdominal del cinturón de seguridad.
Si se da esta situación, en el caso del conductor aumenta el riesgo de chocar contra el volante o el salpicadero ya que el cuerpo se desplaza hacia delante. Según afirma la Dirección General de Tráfico (DGT), la consecuencia pueden ser lesiones en la espalda y la pelvis, rotura de fémur o de la cabeza del fémur, además de hemorragias internas.
En el caso de los niños los riesgos son todavía más altos. Aunque viajen con su sistema de retención adecuado, si la banda pélvica del cinturón está mal colocada y se ha desplazado a la barriga, su cuerpo puede deslizarse por debajo de ella y sufrir lesiones abdominales en caso de colisión.
Si quieres evitar sufrir el efecto submarino y prevenir que les ocurra a tus hijos, elimina siempre toda holgura de los cinturones y usa pretensores. Todos los ocupantes del vehículo deben mantener una postura correcta; los niños deben sentarse lo más pegados posible al respaldo y siempre que sea posible utiliza para ellos un sistema de sujeción con arnés de cinco puntos.
No coloques toallas o cojines en el asiento; si dieras un frenazo brusco y no estás bien atado la tela tenderá a deslizarse y con ella tu cuerpo se irá hacia abajo. Este consejo es de gran importancia para los más pequeños: en su caso, además, también debes evitar que viajen con el abrigo puesto.
Olvídate de excusas como “es que me molesta”, “le aprieta” o “solo voy aquí al lado”. Comprueba siempre que todos los ocupantes del vehículo llevan puesto el cinturón de forma correcta. Evita el efecto submarino.