Los profesores de la República Dominicana aprenden a enseñar a niños con discapacidad
El proyecto fomenta la inclusión en su sentido más amplio
Acción Social
Gracias a este proyecto muchos niños que no tenían acceso a la educación, ahora pueden aprender, adquirir la posibilidad de participar en la sociedad, en su comunidad, e incluso de relacionarse con su familia. No importa que sean niños con algún tipo de discapacidad, motora o intelectual; niños con síndrome de Down, con autismo; niños ciegos, sordos, con hiperactividad, falta de atención o que tengan una realidad compleja en su casa, con su familia, por el contexto en el que viven, lo que también afecta a su proceso de aprendizaje. Todos ellos van a recibir la atención que merecen.
Hasta hace muy poco tiempo, los niños con algún tipo de discapacidad o con problemas de aprendizaje de las zonas rurales de la República Dominicana se quedaban encerrados en casa. A veces por vergüenza de las familias y otras por desconocimiento de los profesores que los consideraban un problema y preferían no aceptarlos. La situación llegó a ser tan dramática que el gobierno lanzó una campaña de concienciación llamada Sal del escondite.
Hoy en día, gracias a la labor de la ONG InteRed, los profesores de este país se están formando para saber cómo enseñar a estos niños que tienen unas capacidades distintas pero el mismo derecho a la educación. El Diplomado en Educación Inclusiva que ha puesto en marcha la organización con el apoyo de Fundación MAPFRE y de distintas instituciones oficiales locales, forma cada año a 40 profesores, psicólogos, fisioterapeutas y otros profesionales durante 172 horas repartidas en varios módulos a lo largo de cinco meses.
Los profesionales adquieren con este curso las herramientas necesarias para intervenir ante las distintas situaciones que pueden encontrar en la clase y sacar lo mejor de cada niño. El proyecto, en sus cuatro años de vida, se ha ido haciendo más ambicioso. E incluso existe la idea de crear un máster.