¿Cuándo debo dar el paso definitivo al cinturón de seguridad?
Cuando el pequeño crece lo suficiente, pasará de utilizar una silla con arneses a utilizar un asiento elevador, y una vez superada esa fase, pasará a utilizar el asiento como un adulto, con la sujeción del cinturón de seguridad, sin accesorios. El problema real de muchos padres y madres es decidir el momento exacto en el que sus hijos pueden dejar de utilizar el cojín elevador, y pasar a utilizar el cinturón de seguridad. ¿Cómo saber exactamente el momento en el que “damos el paso”?
Los niños entre 6 y 9 años, los más expuestos en los accidentes de tráfico
Esta duda razonable de muchos padres sobre cuándo dejar de utilizar el asiento elevador se entiende perfectamente. No solo los niños han crecido ya bastante, sino que se mueven con mayor independencia y, en algunos casos, “parecen” mucho mayores de lo que son. En esas franjas de edad, sobre todo cuando más cerca están de los 9 años, las dudas de los padres se reflejan en la eliminación prematura del asiento elevador.
Esa cuestión incide negativamente en la seguridad de los pequeños porque si el cinturón de seguridad no puede ser ajustado correctamente, las lesiones en caso de accidente pueden ser graves. Esto se puede analizar a la perfección en el informe de Fundación MAPFRE “Asientos elevadores en el automóvil: ¿Hasta cuándo hay que usarlos?”.
Hay que tener muy clara la única regla que va a eliminar cualquier duda que tengamos: los niños pueden utilizar el cinturón de seguridad en el momento en que dicho dispositivo quede bien ajustado a su cuerpo, sin poner en peligro cualquier parte sensible del mismo, como es el caso del cuello. Hasta ese momento, el pequeño debe utilizar el cojín elevador. No hay que tener prisa en absoluto porque el cojín elevador es la garantía de que el cinturón esté correctamente ajustado a su cuerpo.
No hay una edad límite para utilizar un asiento elevador en el coche. Por este motivo no hemos de tener prisa en eliminarlo de la rutina diaria, porque si lo hacemos antes de tiempo estaremos poniendo en riesgo a los pequeños. Es la misma idea y filosofía que defendemos en el uso de los sistemas de retención habituales.
La ley y la norma nos dicen que los menores con una estatura inferior o igual a 1,35 metros deben utilizar los Sistemas de Retención Infantil (SRI) y colocarse en la parte trasera de los turismos, salvo que se dé una de las tres excepciones contempladas: que el vehículo sea biplaza; que los asientos de atrás ya estén ocupados por otros niños en sillita; y que, por las condiciones del automóvil, no pueda instalarse ahí todos los sistemas de retención.
La diferencia entre obedecer la norma (que nos obliga) y hacer un uso razonable de los dispositivos de retención es la seguridad de nuestros hijos. Si una vez que dejamos de estar obligados por norma a utilizar SRI (asiento elevador en el caso), lo eliminamos sin cerciorarnos de que el niño queda bien protegido por el cinturón, estaremos incurriendo en un riesgo para el menor. No sucede nada, en cambio, si esperamos un tiempo prudencial manteniendo el asiento elevador que, para el niño, es algo que ya tiene integrado en su rutina habitual cuando se acomoda en el coche.