Tú puedes ayudar a que los refugiados sirios con discapacidad, del campo de Za’atari en Jordania, reciban rehabilitación
Acción Social
Adnan tiene cinco años y le encanta jugar con otros niños. Con una parálisis cerebral dipléjica, la primera vez que llegó a la clínica que la ONG Fundación Promoción Social de la Cultura (FPSC) tiene en el campo de refugiados Za’atari en Jordania no podía andar. Tenía contracturas en los músculos de las piernas, su equilibrio era escaso y tenía debilidad en los brazos. Y ahora, tras proporcionarle una silla de ruedas y un tratamiento intensivo de fisioterapia, puede caminar de manera independiente usando sólo un andador.
Desde que en 2011 comenzara la guerra civil Siria, más de 4,8 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. De todas ellas, cerca de 80.000, entre las que se encuentra la familia de Adnan, han cruzado la frontera y se han instalado en el campo de Za’atari en Jordania. En Fundación MAPFRE queremos contribuir, junto a ti, a salvar vidas, aliviar el sufrimiento de los refugiados y salvaguardar la dignidad humana.
Las personas con discapacidad que viven la guerra, como cualquier otra, buscan refugio fuera de sus países de origen. Uno de los mayores problemas que allí se encuentran estos refugiados sirios es que este campo carece de las infraestructuras necesarias para atender sus necesidades. Za’atari es como una ciudad pero endeble, construida sobre la marcha, carente de los servicios de cualquier ciudad, pero con los problemas que los núcleos urbanos implican: grandes dimensiones y dispersión de los pocos servicios que poseen.
Desde 2013, la Fundación Promoción Social de la Cultura, con la que colabora Fundación MAPFRE, mantiene una clínica especializada en servicios de fisioterapia y rehabilitación para los refugiados con discapacidad en el campo de refugiados de Za’atari (Jordania) que atiende principalmente a niños/as con parálisis cerebral, ofreciéndoles servicios terapéuticos y psicosociales, medicinas y ayudas técnicas, desde bastones y muletas hasta sillas de ruedas y dispositivos ortopédicos.
Son niños como Adnan o como Amira, una niña siria de dos años con parálisis cerebral leve. Gracias a la ayuda de FPSC, ha adquirido la fuerza necesaria en sus piernas para andar sin la necesidad de depender de ninguna ayuda.
Podemos contarte más casos: Mahmoud, de diez años, tiene las piernas paralizadas y necesita sesiones de fisioterapia continua para conseguir andar independientemente sin una silla de ruedas. Morad, de ocho años, es un niño brillante que va al colegio todos los días. Tiene una discapacidad física en las piernas pero es independiente cuando puede contar con su silla de ruedas, ya que necesita recambios constantes debido a las duras condiciones del terreno, o Wasef, de once años, que huyó de Siria con su familia al principio del conflicto. Tiene dificultades para hablar y discapacidad física, aunque intelectualmente es muy activo. Necesita un largo tratamiento de fisioterapia para evitar que empeore su estado actual y ser independiente de su silla y de la continua atención médica.
Todos ellos tienen algo en común: con el tratamiento adecuado mejoran mucho, viven mejor, se sienten más fuertes e independientes. Se vuelven niños alegres con un horizonte.
Estas son algunas de las 2.050 personas que, desde sus inicios, FPSC ha atendido en Jordania, proporcionando ayudas técnicas al 70% de ellas.
¡Tú puedes ayudarles! Anímate a contribuir económicamente para adquirir una unidad móvil que los traslade desde los diferentes puntos donde viven hasta la clínica, y puedan recibir las sesiones de rehabilitación y fisioterapia que precisan. Tu donación es necesaria para ofrecer más oportunidades a esta generación y para el resto de miles de personas que han huido de Siria a Jordania en busca de refugio. ¡Juntos podemos conseguirlo!