¿Cómo se diseña una silla de niños?
Te contamos cómo es el proceso de creación de una sillita para el coche
Seguridad Vial
Hemos visitado a una empresa dedicada al diseño de sillas de niños para que nos explicaran de manera breve, como lleva a cabo dicho diseño, proceso que encontramos interesante.
Con todo lo que nos han explicado podríamos escribir un libro, pero intentaremos resumir los pasos necesarios para entender cómo es el proceso de creación de una silla de niños para que pueda llegar a nuestras tiendas y a nuestros coches.
En primer lugar, y en contra de lo que imaginábamos, una vez definidas las características esenciales del producto a diseñar (rango de alturas, características, funciones, etc…), se crea un volumen del producto para que cumpla con las estrictas medidas de interiores y exteriores definidas por la normativa. Hay que pensar que este producto va dentro de un coche, y, por lo tanto, los diseñadores no tienen libertad de medidas, sino todo lo contrario: los límites del volumen son muy claros y su comprobación muy exigente.
Una vez se tiene el volumen de la silla en bruto, se pasa al equipo de diseño, donde se crea un sketch inicial del boceto.
Entonces, el equipo lo evoluciona hasta llegar a obtener un diseño conceptual del producto, donde prácticamente se ve la silla de niños en su estado final. Sería algo parecido a cuando vemos un prototipo de un coche en una feria del automóvil.
Pero, al igual que el automóvil, el diseño de concepto de la silla es solo una carcasa, una visión externa de ésta. Es entonces cuando se pasa a la fase de ingeniería, donde un equipo de ingenieros de producto se encarga de convertir ese volumen en un producto que aguante los esfuerzos derivados de una colisión. Tenemos que pensar que una silla es, principalmente, de plástico, por lo que se requiere de una ingeniería con años de experiencia para conseguir que el conjunto de piezas de plástico con refuerzos metálicos sea capaz de aguantar tales esfuerzos.
El trabajo de ingeniería acaba con un modelo de silla fabricable, pieza a pieza.
A partir de ahí, entraríamos en la fase de simulaciones, donde se recrean los esfuerzos a los que será sometida una silla mediante programas de ordenador, para reforzar aquellas partes que pudieran verse comprometidas. Una vez acabado este proceso, se realiza un prototipo del modelo en 3D. Hoy en día, con la tecnología de impresión en 3D este proceso se ha vuelto mucho más fácil, preciso y económico, por lo que es algo indispensable antes de entrar en el proceso de fabricación de la silla.
Una vez pulidos todos los puntos de contacto de la silla, se hacen los moldes para la fabricación de las partes plásticas, las matrices, patrones, y resto de partes de la silla.
Pasados unos 3 meses tendremos ya las primeras piezas para ensamblar la silla con piezas de producción.
Normalmente, se hacen retoques para llegar a ajustar los moldes para un perfecto encaje de todas las piezas y se empieza con los primeros impactos en el laboratorio de ensayos. Después de unos 100 impactos de desarrollo, se llega a la fase de homologación del producto, y se contacta con un laboratorio oficial para hacer la homologación de éste según el Reglamento 129 de naciones Unidas.
Después de la homologación, el producto ya está listo para que sea comercializado, llegue a las tiendas y, después, a nuestros coches.
El proceso total para que una silla llegue al mercado es de unos 2 años, aunque algunos proyectos complicados pueden desarrollarse en 3 o incluso 4 años.