¿Caducan las sillitas?
Analizamos la duración del buen estado de las sillas de niños para coches
Seguridad Vial
En primer lugar, hay que destacar que la normativa no define ninguna prueba de envejecimiento de la silla de niños y solo algunos de sus componentes, principalmente los que retienen a la silla al coche y los que retienen al niño a la silla, están sometidos a ensayos de durabilidad.
Por lo tanto, no existe ninguna referencia sobre el límite de durabilidad del producto. ¿Significa eso que podemos utilizar la silla de niños durante tiempo indefinido? Pues lamentablemente la respuesta es NO.
Dentro de un vehículo, la silla está sometida constantemente a cambios de temperatura, radiación solar, vibraciones, esfuerzos, golpes, que hacen que las características del plástico vayan variando a lo largo de su vida útil, obviamente nunca a mejor.
Por otro lado, los ensayos dinámicos a los que es sometida la silla siempre se realizan con unidades nuevas. Tenemos que pensar que una silla de niños está formada en más de un 80% por materiales plásticos y, por lo tanto, las características mecánicas de estos materiales se van degradando.
Los factores que marcarán la durabilidad de un producto varían en función del uso que hagamos de la silla de niños.
No recibe tanto estrés térmico ni de radiación una silla de niños en Alemania que en España y tampoco si el coche está en el parking de casa o está aparcado en el exterior. Determinar todos estos factores es una tarea imposible, así que solo podemos aplicar el sentido común.
Si se nos olvida un juguete en el jardín, cuando lo recogemos el plástico esta decolorado, reseco y se agrieta con facilidad. Aunque a otra escala, lo mismo le sucederá a una silla de niños que está sometida constantemente a estrés térmico, radiación solar, vibraciones y deformaciones.
Por otra parte, en general, los fabricantes de estos productos no comprueban ni analizan la durabilidad de los productos, por lo que en una silla con un rango desde 40 cm de altura hasta 150 cm. de altura no tenemos ninguna garantía de que la silla mantenga sus propiedades mecánicas y de resistencia al cabo de 12 años (150 cm).
La recomendación de seguridad es apostar por productos de calidad con un rango de altura que no conlleve un uso de más de 6 años. No utilizar productos de segunda mano y, en la medida de lo posible, evitar el reaprovechamiento del sistema de retención infantil más allá de estos márgenes de tiempo.
Por último, recomendamos la comprobación del estado de la silla cada cierto tiempo. Es importante detectar cambios de color en el plástico, fragilidad, partes rotas como las espumas y plásticos, erosión de los arneses y funcionamiento de la hebilla. Cualquier deterioro detectado en estas partes implicará directamente la necesidad de cambiar la silla de niños.