Balance de cuatro años de seguridad vial

“Es momento para la reflexión, hacer balance y reconocer y/o admitir con valentía que las cifras actuales de heridos graves y fallecidos son a todas luces intolerables. Y esto significa que hay que trabajar más y mejor”. Con estas palabras de Julio Domingo Souto, director general de Fundación MAFPRE, iniciaba un encuentro para poner en valor todo el trabajo realizado en la última legislatura y establecer la hoja de ruta que debe guiar a las políticas de seguridad vial en los próximos años.

El balance de la seguridad vial en nuestro país en los últimos cuatro años que realizó Pere Navarro, director de la DGT, en su intervención se basó en tres ejes: los datos definitivos del balance de calidad del año 2022 tanto en carretera como en ciudad, las medidas y actuaciones realizadas en los últimos cuatro años y el análisis de los proyectos normativos que están avanzados en su tramitación y que antes o después deberán ser aprobados.

El claroscuro de las cifras

El año 2022 cerró con 1.746 fallecidos en total en ciudad y en carretera, un 1% menos que en 2019 (9 fallecidos menos). Sin olvidar que detrás de estas cifras hay personas y que se trata de un número de víctimas mortales inadmisible, la tasa de 37 fallecidos por millón de habitantes nos convierte en un referente europeo. La media de la Unión Europea es de 46 fallecidos por millón de habitantes; y nuestros datos, si bien siguen siendo demasiado elevados, son mejores que los de Países Bajos, Bélgica y Francia, entre otros, y solo peores que los de Suecia, Dinamarca y Alemania.

Pero, aunque hayamos mejorado en cifras absolutas, los números también nos revelan situaciones preocupantes que hay que afrontar. Por primera vez en la historia de este país, en el año 2022 ha habido más fallecidos vulnerables, peatones, ciclistas y motoristas, que sobre cuatro ruedas (alcanzando el 50% del total de fallecidos en siniestros viales en 2022). Para analizar este dato debemos tener en cuenta que la industria de la automoción ha hecho un inmenso esfuerzo en la mejora de la seguridad de los vehículos.

En segundo lugar, las cifras de 2022 indican que parte de la siniestralidad se ha desplazado de las ciudades a las carreteras. De los 81 ciclistas fallecidos, 60 lo fueron en siniestros en carretera y 21 en ciudad. Y el dato más preocupante, 134 peatones fallecieron en carretera.

Mucho camino recorrido…

Aún queda mucho por hacer, pero en estos últimos cuatro años se ha avanzado mucho. Para Pere Navarro, ha sido un tiempo en el que se ha puesto el foco en la movilidad, la educación y la formación vial. Se ha creado el Ministerio de Transportes y Movilidad, se ha establecido una Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada, se ha trabajado en la Estrategia Estatal para Bicicletas y se ha preparado el Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible que está en la fase final para su aprobación.

En lo que se refiere a la formación en educación vial, por primera vez, en primaria, secundaria y bachillerato ha entrado la formación en movilidad segura sana y sostenible. Esto supone un inmenso salto adelante que también afecta a la Formación Profesional con el nuevo título de Técnico Superior en Movilidad Segura y Sostenible.

Además, en estos últimos cuatro años se ha puesto en marcha la reducción de 100 a 90 km/hora en vías convencionales, que redujo en un año un 10% los fallecidos en carreteras secundarias; la limitación a 30 km/hora en calles de un único carril de circulación en las ciudades que ha reducido un 14% las víctimas mortales en vías urbanas; se han tomado medidas en una primera fase para la movilidad segura en patinetes eléctricos en nuestras ciudades; se han tomado medidas para mejorar la seguridad en las motocicletas con el uso del airbag y se ha regulado el uso de la nueva señal V16.

Sobre esta última medida, el director general de Tráfico ha adelantado que, ya a partir de este verano, no será obligatorio el uso de los triángulos en autopistas y autovías, dado que, como han demostrado las cifras de atropellos en las carreteras, en ocasiones es más peligroso bajar para colocar los triángulos que quedarse en el vehículo.

Además, en estos cuatro años la DGT se ha sumado a la digitalización con la app “mi DGT” y sigue realizando campañas, estudios, publicaciones y colaboraciones internacionales para que no solo en nuestro país la seguridad vial sea un tema primordial.

Para Pere Navarro uno de los grandes retos que se ha conseguido alcanzar es que, hoy, la movilidad es uno de los grandes temas a debate en la agenda política. Y también ha calado en una ciudadanía que reconoce la necesidad de las medidas que se han ido implantando.

… y mucho por recorrer

Conscientes de que todavía hay mucho trabajo que hacer, desde Fundación MAPFRE hemos participado en la redacción de un documento con las claves de las medidas a tomar para seguir avanzando hacia el Objetivo Cero, una “carta a los reyes magos” que queremos proponer a nuestros políticos de cara a la próxima legislatura.

Para Mar Cogollos, directora general de AESLEME, que ha resumido en su intervención las medidas propuestas en el citado documento, no hay datos buenos; mientras fallezca una sola persona, mientras siga habiendo heridos, solo se trata de datos menos malos. “Por eso, invertir en seguridad vial nunca es un gasto, es una inversión, porque estamos invirtiendo en vidas humanas”, añade. “Los datos anuales de víctimas no son números, no son cifras, son personas y son familias. El modelo de sociedad de prisas debe contrarrestarse con un modelo de sociedad que reclama una movilidad sostenible y segura, en la que las personas en situación de mayor vulnerabilidad estén protegidas; eso implica el compromiso institucional y un pacto de la sociedad”.

Jesus Monclús, en el cierre de la jornada, recuperaba la frase de una experta en movilidad segura: “la seguridad vial en España parece haberse topado con una barrera, con un techo de cristal, y eso exige tener que tomar medidas contundentes”.

Por la parte que nos toca, desde Fundación MAPFRE vamos a seguir trabajando para que la movilidad sea segura, sana y sostenible y se pueda alcanzar el Objetivo Cero víctimas en la carretera en 2050.