Gracias por ayudar al pueblo peruano

A mediados de marzo, se desbordaron seis ríos en la capital peruana, Lima, por las fuertes lluvias que azotaban al país. Entre ellos, se encontraba uno de los principales ríos de la ciudad, el río Rímac, causando graves daños en las infraestructuras de las zonas más cercanas.

Las lluvias no cesaron, y se unieron a ella las piedras y el barro, dando como resultado el fenómeno extendido a todo el país llamado “El Niño Costero”, que ha dejado tras de sí 120 muertos, cientos de heridos y miles de personas damnificadas por toda la geografía peruana.

Al ver la situación desde Fundación MAPFRE decidimos activar el plan #EmergenciaPerú. El 22 de marzo pusimos en marcha la logística necesaria y abrimos las donaciones vía web para buscar la colaboración de todos.

A las donaciones y ayuda enviada desde Fundación MAPFRE, se unió la labor esencial de los seis bomberos voluntarios del Consorcio Provincial de Málaga, que viajaron hasta Perú para instalar cuatro plantas potabilizadoras en Trujillo, Catacaos y Chimbote. Capaces de proporcionar agua potable a más de 16.000 personas en situación de riesgo y de garantizar el derecho al agua a la población, las mismas redujeron enormemente graves problemas sanitarios.

El equipo de bomberos, unidos a las 3.500 bolsas de alimentos básicos que hicimos llegar a todas las personas sin acceso a comida por los daños en las infraestructuras del país, y las plantas potabilizadoras, han conseguido que, poco a poco, y con la estrecha colaboración del AECID y el OTC de Perú, la población empiece a recuperar unas condiciones mínimas de normalidad después de los catastróficos efectos de “El Niño Costero”.