¿Están los autobuses pensados para los niños?
Seguridad Vial
¿Están los autobuses preparados para llevar a los más pequeños de forma segura? ¿Qué elementos sí están pensados para los niños y cuáles deben ser mejorados? Enumeramos a continuación todos aquellos puntos que pueden afectar a un menor a la hora de ser transportado tanto en autobús urbano como en autocar.
- Cinturones de seguridad: actualmente la normativa no indica cómo deben viajar los niños menores de 3 años. Lo ideal sería que se pudiera instalar su propia sillita de coche en los asientos. Sin embargo, en muchos casos no es posible, especialmente si el autobús no dispone de cinturón o éste es de dos puntos. El resto de pasajeros debe ir con el cinturón debidamente abrochado en aquellos autobuses que lo lleven. Recordamos que podemos encontrarnos con autocares que no cuenten con este importante sistema de seguridad, ya que sólo es obligatorio para autobuses de largo recorrido matriculados a partir de 2007.
- El tipo de cinturón: si el autocar en el que viajamos sí lleva cinturón, puede ser de dos puntos o de tres puntos. El primero de ellos no afecta a los niños, es decir, vale tanto para adulto como para los más pequeños, ya que sujeta por debajo de la cintura, sobre la pelvis. Sin embargo, no es especialmente seguro cuando hablamos de niños menores de 6 años y protege mucho menos que uno de tres puntos.
- Por el contrario, el cinturón de tres puntos puede no quedar ajustado debidamente, por lo que necesitaremos un elevador. Los cinturones de tres puntos están pensados para adultos. De ahí que los niños necesiten un elevador, a ser posible con respaldo, para que el cinturón no les provoque lesiones y quede bien ajustado. La banda diagonal puede presionar el cuello.
- En este sentido, recordamos el artículo ‘Si viajas en autobús, esto es lo que puedes hacer para que tu niño viaje más seguro’. Aquí se aborda las diferentes formas en las que puede viajar un niño en autobús y cómo es la primera silla infantil homologada para autobuses.
- El reposacabezas: por mucho de lo intentemos adaptar, nunca lograremos que quede bien cuando hablamos de niños. De hecho, muchos ni siquiera lograrán alcanzarlo. De ahí la importancia de contar con un elevador con respaldo, para que el niño quede sentado en una sillita de su tamaño.
- Bandeja delantera: muchos autocares, especialmente aquellos de largo recorrido, cuentan con una bandeja o mesita colocada detrás del asiento de delante para que el pasajero pueda desplegarla y utilizarla para comer o escribir. Esta bandeja puede ser contraproducente cuando hablamos de niños ya que en caso de accidente pueden impactar directamente contra ella.
- Espacio en medio del autobús para dejar el carrito: se suele dar especialmente en el caso de los autobuses urbanos. También suele contar con cinturones especiales para sujetarlo.
- Hay determinados autobuses urbanos que cuentan con un SRI propio. Como ejemplo hemos encontrado la EMT de Madrid. Desde 2008 todos los autobuses de la flota de la EMT incorporan sillitas portabebés completamente homologadas como sistemas de retención infantil.
- El acceso al autobús en ocasiones es demasiado complicado para los niños con escaleras demasiado altas y, en muchos casos, sin la opción de rampa para subir el carrito, algo que se está solventando en el transporte público. En la mayor parte de los casos, los autobuses cuentan con barras en las puertas para facilitar el acceso y la salida.
- Los asientos frente a huecos de la escalera o que no estén protegidos por el respaldo de un asiento delantero, deben tener un elemento fijo de protección. En este caso, se aconseja que los niños de 5 a 11 años viajen con cinturón de 3 puntos y cojines elevadores para una mayor seguridad.