Alzadores de nueva generación
Cómo son y qué nivel de seguridad nos ofrecen
Seguridad Vial
Desde hace muchos años, el alzador ha sido un sistema menospreciado por su falta de seguridad, sobre todo en lo referente a la protección lateral dentro del vehículo, y, en muchos casos, ha sido más considerado un elemento “quita multas” que un sistema de retención infantil.
Lo cierto es que, en siniestros con un componente frontal importante, el alzador permite que la cinta abdominal del cinturón presione la pelvis del niño, sin lesionar partes más vulnerables, mientras que la elevación del niño nos asegura que la parte pectoral del cinturón se aleje del cuello y se reenvíe correctamente por el hombro del niño. No obstante, también es cierto que en colisiones con componente lateral la protección de la cabeza es prácticamente inexistente. Además, la imagen de niños dormidos con el cinturón mal colocado ha ayudado a aumentar esta imagen negativa del alzador.
En los últimos 10 años, prestigiosos estudios de investigación sobre este tipo de dispositivos han cambiado la visión que se tenía de estos sistemas de retención infantil, elevándolos a sistemas considerados adecuados para que los niños tengan un buen nivel de seguridad.
El principio de trabajo de estos estudios se basa en cómo el vehículo actual es capaz de proteger a un niño con sistemas de seguridad diseñados para proteger a los adultos, y más en concreto, cómo el cinturón de seguridad y airbag de ventana son capaces de minimizar los daños en la cabeza de un niño en comparación con una silla con respaldo.
Los resultados de estos estudios han demostrado que en caso de una colisión lateral, el vehículo protege al niño de igual o mejor manera que una silla con respaldo, siempre y cuando nos aseguremos de que existe el contacto entre el airbag de ventana y la cabeza del niño.
Además, se ha demostrado que los alzadores sin respaldo hacen que la cabeza del niño se sitúe en una posición inicial más retrasada y, por lo tanto, dado que el movimiento de la cabeza en un accidente será similar, al tener la cabeza más retrasada mejora el espacio de supervivencia en el interior del vehículo.
Estos dos criterios han impulsado el desarrollo de una nueva enmienda del Reglamento 129 de Naciones Unidas, que ha tenido como resultado una nueva generación de alzadores, que aseguran el contacto de la cabeza con el airbag de ventana en niños entre los 125 cm de altura y los 150 cm de altura. Estos alzadores permiten que la posición de la cabeza esté siempre por encima 770 mm respecto a la base del asiento.
Para poder cumplir con estos criterios de contacto entre la cabeza del niño y el airbag de cabeza hay un pequeño problema: los niños crecen. Y ahí es cuando los fabricantes de sistemas de retención infantil han tenido que idear alzadores que permitan la adaptación de la altura de la cabeza del niño para asegurar el contacto con el airbag de ventana en caso de accidente.
El producto final son alzadores regulables en altura que se adaptan a la altura del niño.
Poco a poco, veremos que en el mercado empiezan a aparecer estos alzadores, que irán substituyendo a los alzadores de Reglamento 44 que existen hoy en el mercado.
En general estos elevadores de nueva generación son más grandes, más altos, además de disponer de la mencionada regulación en altura.
El funcionamiento de estos dispositivos debe ser claro y definir, en función de la altura del niño, que habitualmente todos conocemos, la regulación del alzador, para así asegurar la posición mínima de la cabeza que nos garantice el nivel de protección optimo del niño.
¿Cuándo debemos usar o recomendar estos alzadores de nueva generación? Es evidente que en lo referente a la seguridad infantil hay factores importantes que lamentablemente no tienen en cuenta las normativas, dado que se escapan de aquello que puede ser repetible y reproducible, principio básico de cualquier normativa.
En lo referente a los alzadores de nueva generación, en los que la seguridad en condiciones óptimas está garantizada, existe el riesgo de lo que los expertos llaman ”fuera de posición”, que simplemente son las variables de la posición del niño dentro del sistema de retención, que no están contempladas en las pruebas de choque de la norma.
Una de estas posiciones más comunes es cuando el niño se duerme. En estos dispositivos no hay un soporte lateral que haga que el cinturón de seguridad pase por el sitio correcto en este caso, por lo que, en caso de colisión, nos encontraríamos con una mala colocación del cinturón.
La conclusión es que la recomendación del uso del alzador de nueva generación con respecto a alzadores con respaldo viene definida por el tiempo de uso. Cuando sabemos que el niño no se dormirá, normalmente en trayectos cortos, de menos de 30 minutos, su uso será adecuado, mientras que, en viajes más largos, la recomendación seria la utilización de un alzador con respaldo que garantice la correcta posición del niño cuando se duerma.