¿Por qué no debemos ahorrar en seguridad?
Insistimos en el uso de sistemas de retención infantiles hasta los 150 cm
Seguridad Vial
Está estudiado que el SRI en el que las familias invierten más dinero es el primero. A medida que el menor va creciendo y hay que ir renovando el sistema de retención infantil, tanto su calidad como su uso se reducen drásticamente.
Cuando hablamos de ahorrar en seguridad, lamentablemente lo hacemos tanto en sentido económico, como en sentido figurado, reduciendo tanto nuestro presupuesto como el cuidado y atención que prestamos a la hora de usar los sistemas de retención infantil.
¿Cuántos menores de más de 135 cm vemos que van en su correspondiente sillita de retención? Siendo honestos, muy pocos.
Es cierto que el Reglamento General de Circulación no exige su uso, pero igual de cierto es que los expertos en seguridad recomiendan insistentemente su uso hasta los 150 cm por razones técnicas y biomecánicas relacionadas con el crecimiento del menor.
Este verano ha habido una campaña sobre los riesgos de la posición de los pies encima del tablero del coche, y las lesiones que provoca en caso de colisión, y continuamos viendo una infinidad de pies levantados cuando viajamos por las autopistas.
En muchos sentidos continuamos considerando los accidentes de tráfico como algo lejano ya que a nosotros nunca nos ha pasado y, por lo tanto, existe una cierta relajación en cuanto al uso de las sillas de niños y al uso correcto de los sistemas de retención de adultos a medida que el menor se va haciendo mayor.
Esto no ocurre solo en nuestros vehículos. Existe una relajación parecida cuando viajamos en autobús, tanto adultos como menores, en el uso del sistema de retención adecuado.
Carece de sentido que durante el crecimiento del menor lo protejamos correctamente hasta una cierta edad y descuidemos su seguridad cuando el menor se acerca a la edad adulta. En cada etapa de su evolución tiene necesidades de retención distintas, pero en ninguna de estas etapas es un adulto y, por lo tanto, necesita sillas de niños adaptadas a sus necesidades en todas las edades, y tanto en coches como en autobuses y en el resto de medios de locomoción.
Es por eso que debemos insistir en el uso de sistemas de retención infantiles hasta los 150 cm. como medio de evitar lesiones importantes en caso de una colisión, al igual que el uso de sistemas de retención adecuados a su talla y peso en autobuses, ahora que se acercan las fechas para empezar un nuevo curso escolar.
Además, hay que invertir en sistemas de retención de calidad contrastada, ya que la homologación no iguala el nivel de seguridad de las sillas de niños y, por lo tanto, no todas son iguales.
Comprar productos de seguridad de calidad y dedicar el tiempo necesario a la elección del producto y a aprender su correcta instalación son probablemente la mejor inversión que podemos hacer, porque para proteger lo que más queremos debemos poner todos los medios necesarios a nuestro alcance.