Nicholas Nixon The Brown Sisters

Nicholas Nixon: conocido por la intimidad y la complicidad que transmiten sus fotografías en blanco y negro, comenzó retratando a gente en los porches de sus casas. Tras instalarse en Boston en 1974, la ciudad y sus alrededores pasaron a protagonizar sus escenas. En 1983 comenzó a retratar a ancianos alojados en residencias, un trabajo que se prolongará a lo largo de los años y que se relaciona con otro suyo muy conocido, People with AIDS (1988) —recogido más tarde en formato libro—, así como con el proyecto Parejas, en el que comenzó a trabajar en el año 2000.

Todos estos trabajos ponen de manifiesto el interés esencial de Nixon en las relaciones humanas. Muchos de ellos continúan abiertos y en constante evolución, como sucede en el caso de Las hermanas Brown.

El retrato de las hermanas Brown: en 1974, con motivo de una reunión familiar, Nixon realizó un retrato de grupo de su esposa Beberly Brown y sus tres cuñadas. Entonces Bebe tenía veinticinco años y sus hermanas, Heather, Laurie y Mimi, veintitrés, veintiuno y quince respectivamente. La toma no satisfizo sus expectativas, pero al año siguiente volvió a intentarla y obtuvo mejores resultados, convirtiéndose en la fotografía inaugural de una de las series más conocidas en el ámbito de esta disciplina. Desde entonces, cada año, Nixon repetiría la experiencia. Él mismo recuerda: «Las fotografías de las hermanas Brown fueron totalmente casuales. A todos nos gustó mucho una fotografía y de ahí el impulso del que salió la idea. La misma que se les ocurre a la mayoría de los padres».

La serialidad: las fotografías familiares son una constante en la obra del artista. En el caso de las hermanas, no se puede obviar el aire de álbum familiar que emana la serie y que nos retrotrae a momentos y emociones pasadas. Su fuerza reside en la reiteración y en el cambio de ritmo dentro de esa repetición, que se sucede año tras año desde 1975. Cada una de las imágenes toma cuerpo y sentido en relación con las demás.

En ocasiones, el propio fotógrafo se cuela en alguna de sus imágenes a través de una sombra o de unos dedos visibles en una esquina, algo que nos recuerda que él también forma parte del grupo. Su huella se convierte así en una especie de autorretrato con el que transmite de manera sutil sus sentimientos.

Detener el tiempo: la obra de Nicholas Nixon en su conjunto muestra un profundo respeto y empatía hacia aquellos que posan frente a su cámara, sin caer en el sensacionalismo ni en lo dramático o sentimental. La mayoría de sus proyectos se desarrollan a lo largo de los años y tiene como modelos a enfermos de sida, ancianos en residencias y hospitales, niños y, por su puesto, a su esposa y sus tres cuñadas.

Detener el tiempo ha sido una de las ambiciones de la fotografía desde sus inicios. Sin embargo, y como no puede ser de otra manera, este transcurre inexorable. Modifica los rostros, los cuerpos y el color del pelo, también las experiencias de vida, como se aprecia en la serie de Las hermanas Brown. La cámara inmortaliza cada año un único instante que para el espectador permanece inalterable en el recuerdo. Sin embargo, cuando se vuelve a él en el contexto de la serie, ese recuerdo puntual se modifica. Constatamos los cambios que el paso del tiempo causa en las cuatro protagonistas, algo que nos sorprende tanto como nos emociona, quizá porque, entre otras cosas, lo que sentimos es una dolorosa sensación de pérdida. Y no solo en relación a ellas, sino porque ese paso del tiempo ha hecho, también e irremediablemente, mella en nosotros mismos.

Si desea ponerse en contacto con el Departamento de Comunicación para solicitar el dossier de prensa, imágenes en alta resolución o cualquier otro asunto, por favor cumplimente el siguiente formulario especificando el/los medio/s para el/los que se solicita información.