El esplendor del románico
10.FEB.2011 ──────── 15.MAY.2011
Frontal de altar llamado Esquius
Segundo cuarto del siglo XII
Iglesia de Santa María del castillo de Besora (Osona, Barcelona)
Museu National d’Art de Catalunya
La exposición
Con 59 obras en las que se encontraron representadas todas las técnicas y temáticas principales, en Fundación MAPFRE se exhibieron las obras de las salas de arte románico del MNAC, coincidiendo con su remodelación, como fruto de un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones museísticas de las que esta muestra pretende ser sólo el principio.
La selección buscó ofrecer al público una visión completa del arte románico, realizando un esfuerzo tecnológico importante para crear un espacio intensamente evocador, como quedó de manifiesto en la reproducción a tamaño real de las pinturas de una absidiola de Sant Quirze de Pedret realizada exclusivamente para esta muestra y la inclusión de una reproducción virtual en 3D de la portada de Ripoll, realizada en 2008.
Entre los S.XI y XII tuvo lugar una época de gran desarrollo económico y comercial, que propició la comunicación y el intercambio entre diferentes ideas y culturas. El románico es la manifestación artística que se corresponde a esta época, y un planteamiento artístico donde prevalece lo simbólico. La Iglesia creó una gran red de centros de peregrinación de Compostela a Jerusalén, que se convirtieron en ricos centros de comunicación e intercambio. La idea de un Dios autoritario pero protector es el vehículo principal de un arte al servicio del mensaje, mensaje éste que debía ser representado de forma pictórica y sencilla, debido a la sociedad analfabeta de la época. “El símbolo es una conjunción de formas visibles destinada a mostrar las invisibles” (Hugo de San Víctor, ca. 1090-1141), esta premisa se encuentra en la base del porqué de un arte enigmático, austero y contundente.
Estas obras han mantenido a lo largo del tiempo parte de su vigencia y su capacidad de influencia en la mirada de los artistas, habiendo sido fuente de inspiración en los movimientos de vanguardia. Mientras desde París los miembros de los istmos del momento buscaban obras del primitivismo, algunos de los artistas españoles más importantes del S.XX como Pablo Picasso, Joan Miró y más tarde Antoni Tàpies quedaron cautivados por la capacidad evocadora del románico.
La exposición se encuentra dividida en cinco secciones, donde se muestran las obras aplicadas a arquitectura (pintura mural, escultura en piedra) y los objetos de mobiliario litúrgico (pintura sobre tabla, escultura obre madera, orfebrería y esmaltes.
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