Anna Malagrida

Esta exposición retrospectiva de la fotógrafa española Anna Malagrida presentó el trabajo de una de las artistas más interesantes del arte contemporáneo español. Sus imágenes ofrecen toda la poética de la oposición entre espacio interior y exterior, luz y oscuridad, transparencia y opacidad, realidad y representación, analizando la relación de la fotografía con el mundo contemporáneo.

La exposición

Afincada en París desde 2004, Anna Malagrida (Barcelona, 1970) ha desarrollado, a través de la fotografía y el vídeo, una personal visión. Sus trabajos están concebidos en torno a la oposición dialéctica entre interior y exterior, invitando al espectador a disfrutar de una experiencia que puede imaginar a partir  del sentido sugerido por las obras. La ventana, el escaparate, el velo o la frontera son algunos de los recursos utilizados por la autora para hacer dialogar los diferentes espacios y hablar de la dualidad, lo inestable y lo ambiguo, en contraposición a lo unívoco.

La exposición recorrió la evolución artística de Anna Malagrida planteando un hilo temático que no siempre obedecía a criterios cronológicos, dejando que fueran las propias obras las que lo articulen:

Interiores, 2000-2001: Los retratos de Interiores, centrados en subrayar la sensación de extrañamiento, ofrecían escenas cuidadosamente construidas, donde los rostros de los personajes quedan iluminados por una fuente de luz que potencia su sensación de aislamiento. Los espacios, ordenados gracias al esquema ortogonal, transmitían una sensación de incomunicación.

En la sombra, (2005-2006): Interiores se complementaba con la videoproyección En la sombra, formada por cinco vídeos filmados desde el exterior de un ventanal, desde el que la fotógrafa presenta escenarios en los que se desarrollan acciones a ritmo muy lento. Con esta obra Malagrida cerraba el ciclo abierto con los retratos a través de una reflexión sobre la mirada que va más allá de lo representado.

Vistas Veladas, 2007: En 2006, Anna Malagrida llevó a cabo un viaje a Jordania que dió lugar a dos trabajos complementarios: Vistas Veladas y Danza de Mujer. La extraña luminosidad de las imágenes,  provocada por los rayos x emitidos por el sistema de seguridad de los hoteles que afectaron accidentalmente a la película fotográfica, hicieron que desapareciera la precisión de la imagen. La incorporación del incidente al proyecto añadió un nuevo componente simbólico que hace referencia a la vulnerabilidad de la mirada, frágil a la vez que efímera.

Danza de mujer, 2007: El vídeo Danza de Mujer fue grabado en el desierto jordano. Reproduce el interior de un refugio, donde una pequeña celosía ha sido cubierta por un velo de color negro que, animado por el viento, muestra más cuando cubre que cuando se levanta.

Point de Vue, 2006: En Point de Vue, Anna Malagrida recurrió de nuevo al tema de la ventana como frontera y como paso, pero en esta ocasión volviendo a un espacio ligado a la memoria personal de su infancia. La autora fotografió metódicamente todas las ventanas de las salas colectivas del antiguo Club Mediterranée, un centro vacacional francés situado en el Cabo de Creus donde ella iba de niña.

Escaparates, 2008-2009: Al igual que en Point de Vue, las imágenes de Escaparates mostraban una serie de ventanas cubiertas con brochazos de pintura blanca. A diferencia de la serie anterior, ya no es la memoria la que conforma el discurso, sino una mirada al paisaje urbano.