Graciela Iturbide

Autora de una obra amplia, intensa y singular, Graciela Iturbide es uno de los grandes nombres de la fotografía artística de inspiración social y cultural. Fundación MAPFRE y el Centro José Guerrero de la Diputación de Granada ofrecieron una retrospectiva de esta reconocida artista mexicana, cuya obra es esencial para comprender la evolución de la fotografía en América Latina.

La exposición

Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) es una de las fotógrafas más destacadas de la escena contemporánea internacional. A lo largo de cuatro décadas ha ido construyendo una obra intensa y profundamente personal, en la que queda patente su talento para hacer aflorar metáforas inusuales.

Esta exposición retrospectiva, organizada por Fundación MAPFRE y el Centro José Guerrero de la Diputación de Granada, nos propuso un viaje transversal por la obra de Graciela Iturbide en el que, sin atender a un estricto orden cronológico, sus proyectos más representativos quedaban enlazados con aquellas temáticas que mejor definen su poderoso imaginario creativo.

Iturbide inició su trayectoria como fotógrafa a finales de la década de los sesenta, tras ingresar en el Centro de Estudios Cinematográficos de México. Es allí donde, de la mano de Manuel Álvarez Bravo, el gran maestro de la fotografía mexicana, descubriría en la cámara fotográfica su auténtico medio de expresión creativa. Su aprendizaje con Álvarez Bravo fue, sin lugar a dudas, fundamental y supuso, más que una influencia formal, la transmisión de un legado, de una sensibilidad basada en valores artísticos vinculados al arte moderno, pero sobre todo a una cultura tan rica y compleja como la mexicana.

En 2008 la fotógrafa recibió el Premio Hasselblad, el más alto galardón al que un fotógrafo puede acceder en la actualidad, por su talento y su aportación al mundo de la fotografía.

La exposición proponía un recorrido por toda su trayectoria. A caballo entre lo documental y lo poético, su singular forma de mirar se hacía patente desde sus primeros proyectos, centrados en comunidades indígenas de México. La muestra se adentró en el itinerario visual de Graciela Iturbide con los retratos de los indios Seris, que habitan en la región del desierto de Sonora, su visión de las mujeres de Juchitán (en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca), o por su fascinante ensayo sobre los pájaros que lleva años fotografiando. Sus imágenes, además de su México natal, nos mostraron países tan distintos como España, Estados Unidos, India, Italia y Madagascar. Su curiosidad por las distintas formas de diversidad cultural han convertido el viaje en una dinámica de trabajo a partir de la cual expresa su necesidad como artista: “fotografiar como pretexto de conocer”, según sus propias palabras.

Destacar también que la muestra presentó junto a las fotografías de la serie ‘El baño de Frida’ un vídeo documental realizado por el cineasta mexicano Nicolás Echevarría, en el que filma a Iturbide durante la sesión de fotos en el baño de Frida Kahlo, mostrando su particular forma de ver y sentir este lugar y sus objetos.

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