Entre 1984 y 1989, Paz Errázuriz retrató el día a día de los trabajadores de diferentes circos humildes que se instalaban en las afueras de las ciudades del país. El proyecto nace de su interés por las formas de vida inusuales, en este caso, la vida nómada circense. Pero, a su vez, impulsa el proyecto la voluntad de denunciar la situación de las comunidades privadas de derechos que existían durante la dictadura de Pinochet. Debido al contenido político del trabajo, así como a la falta de laboratorios fotográficos durante aquella época en Chile, el trabajo no ve la luz hasta años más tarde cuando, en 2013, Errázuriz rescata estas imágenes y decide construir su conocida serie Circo.

Magos, trapecistas y payasos son algunos de los personajes protagonistas de esta comunidad. Sin embargo, evitando la espectacularidad y la fantasía de sus ejercicios y funciones, la fotógrafa prefiere incidir en las acciones cotidianas de su día a día. Algunos retratos de la serie recuerdan a los personajes, conocidos popularmente como freaks, de la norteamericana Diane Arbus. Hay, en cambio, en los retratos de Errázuriz hay una mayor cercanía debido a la espontaneidad de sus imágenes. En Miss Peggy II, Santiago el verdadero rostro del personaje, su sonrisa cómplice, descubiertos tras el disfraz, inciden en la realidad de aquello que, bajo la superficie, no interesa ver y que el trabajo de Errázuriz insiste en mostrarnos.