Paz Errázuriz (Santiago de Chile, 1944), una de las artistas chilenas de mayor reconocimiento internacional, se adentró en el medio fotográfico en los años setenta de manera autodidacta, ante la falta de escuelas especializadas en su entorno. Posteriormente, en 1981, cofundó la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), una organización que apoyó diferentes iniciativas en el campo de la fotografía.

Su obra, enmarcada en gran parte en el contexto de la dictadura chilena (1973-1990), trata de visibilizar la vida de personas marcadas por las políticas represivas del régimen. Alejada del fotoperiodismo clásico, la autora parte de una profunda observación de la condición humana para realizar sus diferentes series. Así lo hace en algunos de sus trabajos más emblemáticos, como La manzana de Adán, que documenta la cotidianeidad de una comunidad de personas transgénero, o El infarto del alma, sobre los pacientes de una institución psiquiátrica.

Ha recibido numerosos galardones, como el Premio a la Trayectoria Artística del Círculo de Críticos de Arte de Chile en 2005, la Orden al Mérito Pablo Neruda en 2014, el Premio PHotoEspaña en 2015 o el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2017. Su obra se encuentra en las colecciones de instituciones como el MoMA, la Tate Modern, el Solomon R. Guggenheim Museum o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En 2015, junto a Lotty Rosenfeld, representó a Chile en la Bienal de Venecia.