© Paolo Gasparini, 2022
CATÁLOGO DE COLECCIONES
Aunque, durante los primeros años de la Revolución cubana, Paolo Gasparini fue un fiel partidario de Fidel Castro e incluso llegó a instalarse en la isla entre 1961 y 1965, su postura se ha ido, con los años, distanciando del proyecto socialista.
El fotógrafo encontró siempre un claro paralelismo entre el culto a los santos y aquel que se profesa —incluso en el ámbito doméstico— a los mártires de la revolución. Esta foto muestra una calle de La Habana en la que un viandante contempla el retrato enmarcado de Ernesto Che Guevara que cuelga de la fachada de un edifico, lo que nos recuerda a las capillitas populares que pueden verse en los exteriores de las casas en los países católicos. El Che había muerto en 1967, en las selvas de Bolivia, cuando alentaba un foco guerrillero en el país andino. Con los años, su efigie se convertiría en un icono reproducido profusamente a ambos lados del telón de acero.
Gasparini también trabajó para el Consejo Nacional de Cultura de Cuba y, por encargo de la Unesco, documentó el ambicioso proyecto de alfabetización del país. Su propuesta fotográfica dista mucho, sin embargo, de la propaganda política al uso, que solía centrarse en enfatizar los desfiles y las concentraciones multitudinarias en torno a los líderes políticos.
Otras obras del autor
Paolo Gasparini
Ventas de ilusiones, Bogotá, Colombia
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata
Paolo Gasparini
Procesión en el mercado, Chinchero, Perú
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata
Paolo Gasparini
Retablo del camino, Cuzco, Perú
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata
Paolo Gasparini
En el mercado, Chinchero, Perú
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata