Este grabado forma parte de la Suite Vollard, que Picasso realizó entre 1930 y 1937. La parábola del escultor permite a Pablo Picasso tratar el tema del desdoblamiento entre escultor y escultura, modelo y representación.

En las obras que realiza a partir del 17 de mayo de 1933, sustituye la figura del escultor por la del Minotauro, mientras que su amante, Marie-Thérèse Walter, con rasgos claramente reconocibles, aparece con un tocado de flores, como una figura de la Arcadia.

En torno a mayo de 1933, Picasso realizó las escenas con mayor carácter báquico de la serie, posiblemente respondiendo a una euforia interior por su nuevo amor. La mujer no teme al Minotauro, que alza su copa en señal de celebración.