The Brown Sisters es, sin duda, el trabajo más célebre de Nicholas Nixon. Expuesto en instituciones como el MoMA de Nueva York y reseñado ampliamente en medios como The New York Times, la serie, registro de la cita anual de las hermanas Brown con la cámara de Nixon, se ha convertido en una de las referencias más importantes de la historia reciente del retrato.

La obra arranca en 1975 con la imagen tomada a las hermanas durante una reunión de la familia de Bebe, esposa del fotógrafo. La serie mantiene algunos rasgos formales desde entonces, con las cuatro hermanas siempre en el mismo orden y con la riqueza tonal y descriptiva que caracteriza la maestría de Nixon en el uso de la cámara de gran formato.

Al margen de sus valores plásticos, uno de los mayores logros de la serie es el modo en que manifiesta la potencia del medio fotográfico para reflexionar sobre el tiempo y la identidad. En cada imagen hay una continuidad afectiva y corporal entre las hermanas, una semejanza en la diferencia, paralela a la que se da entre cada una de las imágenes que registran su transformación a lo largo de los años. Así, el instante que milagrosamente rescata la cámara en cada una de las fotografías remite a la totalidad de la serie, a todo un tiempo todavía abierto a cada nuevo encuentro anual.