Ismael González de la Serna (Guadix, Granada, 1898 - París, 1968) fue amigo durante su infancia en Granada de Federico García Lorca y Manuel Ángeles Ortiz. A los dieciséis años se instaló en Madrid. La exposición Grandes pintores impresionistas franceses, en el Museo de Arte Moderno, le produjo un gran impacto. En 1921 viajó a París, donde conoció a Picasso, Tériade, Christian Zervos y Jean Cassou, que fue su gran valedor. En esta época, su pintura se acerca al poscubismo, introduce referencias clásicas y ecos del surrealismo.

Con la Guerra Civil acentuó los tonos expresionistas, de resonancias germánicas. Su obra fue desprendiéndose de la influencia del cubismo para alternar diversas fases, marcadas por el surrealismo, el expresionismo y la abstracción. Paralelamente, acentuó la preocupación técnica en detrimento del tema. Sus bodegones, paisajes y figuras recogen una visión esperpéntica y expresionista de la España trágica. En 1937 participó en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París.

Tras la guerra, apareció en escasas ocasiones en los escenarios del arte. A sus experimentos con la abstracción siguió una vuelta al naturalismo, y un estilo neoclásico que fue enriqueciendo con distintos elementos de las vanguardias.