Gustav Klimt (Viena, 1862-1918) se formó en la Escuela de Artes y Oficios del Museo Austriaco de Arte e Industria. En 1883, junto a sus hermanos Ernst y Georg, y su compañero de estudios Franz Matsch, fundó la Künstlerkompagnie, compañía que realizó decorados para distintos teatros europeos. En 1894, el rectorado de la Universidad de Viena encomendó a Matsch y Klimt las pinturas del aula magna. Las tres obras de Klimt, Filosofía, Medicina y Jurisprudencia, fueron consideradas pornográficas. En 1897 abandonó, junto a otros artistas, la Asociación de Artistas Plásticos de Viena; el objetivo de esta ruptura era reformar la vida artística e internacionalizar el arte austríaco. Al año siguiente apareció el primer número de la revista de la Sezession, Ver Sacrum. En 1902 pintó una de sus obras más importantes: el friso de Beethoven.

En 1905 renunció al encargo de las pinturas para la universidad, con el fin de «volver a la libertad». Sus pinturas, que incorporaban el pan de oro, gozaron de un gran éxito entre la alta sociedad vienesa. Preocupado por la incorporación de técnicas artesanas a la creación artística, se separó de la Sezession. En su última etapa prestó su apoyo a artistas emergentes, como Oskar Kokoschka o Egon Schiele.