En Grande hazaña! Con muertos!, Goya presenta tres cadáveres atados a un árbol. Uno de ellos ha sido desprovisto de los brazos y de la cabeza, que aparece clavada en una rama, mientras que las extremidades, sujetas por las muñecas, penden de otra. Junto a él, un cadáver ha sido atado al tronco mediante una cuerda alrededor de la cintura y los brazos por detrás del torso. A su lado, con la cabeza apoyada en el suelo, hay un tercer cuerpo sin vida cuyas piernas han sido también amaradas al árbol.

Los restos humanos han sido distribuidos sobre el árbol casi con un criterio estético. Goya ha representado con esmero, e incluso con marcado clasicismo, las anatomías mutiladas; el que está invertido recuerda a los dibujos bosquejados a partir del Torso Belvedere en el Cuaderno italiano.

La mirada de Goya es la mirada de la lucidez, pero también la de la crueldad, la miseria, el hambre, la tortura y la muerte. Se aleja de la visión tradicional en la que se exalta la figura del héroe para presentarnos una realidad implacable. Esta estampa subraya la práctica habitual durante la guerra de mutilar los cadáveres para restarles cualquier traza de dignidad, algo que se aplicaba especialmente a los traidores.