CATÁLOGO DE COLECCIONES
Los títulos de los Desastres de la guerra no fueron grabados directamente en las planchas metálicas, sino que fueron escritos a mano por el propio Goya en las estampas, en el momento de su realización. Antes de abandonar España para ir a Burdeos en 1824, Goya regaló estas estampas a su amigo el ilustrado Juan Agustín Ceán Bermúdez (Gijón, 1749 - Madrid, 1829). Para la estampación de 1863 por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, los títulos se grabaron en cada uno de los cobres sin introducir modificaciones con respecto al texto manuscrito por el autor.
En ¡Duro es el paso!, un hombre maniatado es conducido a la horca. Dos verdugos le ayudan a subir las escaleras de espaldas. Un fraile intenta reconfortarlo con gestos litúrgicos, sin conseguir atraer la atención del preso, que agacha la cabeza y mira al suelo, invocando piedad. En segundo término aparecen los cuerpos de dos ajusticiados. Más allá, varios hombres preparan a otro reo para la horca. De esta manera,
Goya despliega la secuencia completa de una ejecución: desde los preparativos al balanceo de los cuerpos sin vida.
Otras obras del autor
Francisco de Goya y Lucientes
Estragos de la guerra
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor
Francisco de Goya y Lucientes
Y no hay remedio
Aguafuerte, punta seca, buril y bruñidor
Francisco de Goya y Lucientes
Amarga presencia
Aguafuerte, aguada, buril y bruñidor
Francisco de Goya y Lucientes
Bien te se está
Aguafuerte, aguada y buril