Una de las primeras imágenes que impactaron a Emmet Gowin y le motivaron a coger la cámara de su padre con tan solo dieciséis años fue un paisaje de Ansel Adams: Tocón quemado y hierba nueva, Sierra Nevada (California), de 1935. Y es que, a pesar de ser conocido sobre todo por las fotografías íntimas de su entorno familiar, la naturaleza tiene también un lugar privilegiado en su obra. En 1980, tras la erupción volcánica del monte Santa Helena, se empieza a interesar por la fotografía aérea de entornos naturales. A través de volúmenes y formas abstractas, Gowin muestra los violentos cambios que sufre el paisaje afectado por la erupción.

Las fotografías aéreas continúan en otros proyectos como Photographs: Landscape in the Nuclear Age, sobre la reserva nuclear de Hanford, en el estado de Washington, o Aerial Photographs, sobre paisajes norteamericanos devastados por la erosión o la mano del hombre. De igual modo, ha realizado fuera de Estados Unidos otros trabajos sobre la huella del hombre y de determinados fenómenos naturales en el paisaje, como en los yacimientos arqueológicos de Petra en Jordania. Comarca Guadix-Baza es una de las imágenes aéreas que tomó en 2012 del norte de la provincia de Granada (España). En ella se aprecia la querencia de Gowin por las formas abstractas que genera el duro paisaje de la región.