CATÁLOGO DE COLECCIONES
Los principales instrumentos artísticos de Egon Schiele son siempre el dibujo y la línea, que cuentan con una profunda carga espiritual y psicológica. Una línea de marcada delicadeza a la que se une poco a poco, en dibujos posteriores, un acentuado erotismo. A partir de 1909-1910, el artista se desprende definitivamente de su maestro, Gustav Klimt. Abandona el decorado en sus pinturas y dibujos y ubica sus figuras en espacios en blanco. Esta falta de anécdota, que conlleva una falta de teatralidad, hace que sus imágenes, las figuras femeninas, se nos presenten de un modo muy tangible y que muestren su psicología e inciten a la reflexión, tal como sucede con el dibujo que comentamos.
A pesar de que, en este caso, la joven se presente dormida, en una ensoñación que nos recuerda el cuadro que el propio Schiele dedicó a su hermana Gerti en la misma fecha, ambas jóvenes —la del óleo quizá más adulta, más joven la del dibujo— nos invitan al abandono, a que nos identifiquemos con su ternura, en un gesto cálido y al mismo tiempo melancólico.
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