© Alberto García-Alix. VEGAP, Madrid, 2022
CATÁLOGO DE COLECCIONES
A finales de los años ochenta, Alberto García-Alix comienza a utilizar el formato medio, con el que emprende una profunda búsqueda en el campo del retrato y en la composición. Estas son las claves que le posicionan, años más tarde, como un señalado fotógrafo dentro de la escena artística española. El tiempo de preparación que requiere este nuevo formato, así como la composición cuadrada de la cámara Hasselblad, obligan a realizar el ejercicio fotográfico de manera reflexiva y pausada. Así, los retratos de García-Alix son producto del diálogo establecido entre retratista y retratado, permitiendo, como el propio autor señala, «la magia del encuentro».
Los retratos de García-Alix, protagonizados habitualmente por personas cercanas, parejas o amigos, forman parte de su propio álbum familiar. Asimismo, permiten seguir la biografía de algunos de los retratados, como ocurre con las fotografías de Elena Mar: Elena Mar en estado de buena esperanza (1987) o El dolor de Elena Mar (1992). El fotógrafo utiliza contrastes bajos que dotan a las imágenes de cierta melancolía y belleza clásica, al tiempo que resultan conmovedoras. Atraído por un modo de indagar y comprender al otro cercano a la mirada de Diane Arbus, García-Alix modela a los retratados a la luz de su propia percepción.
Otras obras del autor
Alberto García-Alix
Autorretrato en moto
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata
Alberto García-Alix
En busca del dealer
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata
Alberto García-Alix
El novio
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata
Alberto García-Alix
Eduardo Haro y Lirio
Copia en papel baritado con emulsión de gelatina y plata