Asociación Pato Amarillo
Un lugar en el que reside toda la dignidad de un país
Proyecto vigente
Hoy, la asociación Pato Amarillo ayuda a más de 35 familias que vienen cada día, de lunes a viernes, a recibir un carrito con comida que incluye pastas, legumbres, a veces verduras, y sobre todo productos para niños.
“Que muchos jóvenes no tengan derecho a tener su casa y su trabajo, o un plato de comida que llevarse a la boca, es increíble”
Adrián, con un carrito de la compra repleto de productos y alimentos para niños.
©Leafhopper Project
Pilar supervisa o charla con los que llegan. A casi todos los conoce por sus nombres. Porque en la asociación Pato Amarillo a pesar de que no hay calefacción, se acoge a todo el que llega con calor, con una sonrisa.
Proyectos como este son indispensables para que la brecha social no se agrande.
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Pilar Aural empezó a ayudar en este barrio en el que vive desde hace más de 30 años.
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“Sin el apoyo de los voluntarios y los donantes, esto sería imposible”, dice Yolanda.
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Más de 35 familias vienen cada día de lunes a viernes, de 10 a 13:30 de la mañana.
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Y también están los voluntarios, que echan un mano allí dentro. Son unos 17 en total y muchos son jubilados. Descargan camiones, ordenan los víveres en los palés. Sin ellos esto no sería posible. Entre ellos se encuentra Toñi, de 39 años, que acudió a la asociación Pato Amarillo cuando pasó dificultades, cuando ella, dependienta, y su marido, albañil, se quedaron sin trabajo. Durante dos años, recibieron la ayuda de la asociación Pato Amarillo. Después, cuando pudieron recuperarse, Toñi se convirtió en una voluntaria entregada que acude todos los días desde hace tres años a ayudar a otros que están pasando las mismas dificultades que ella pasó.
Y es que este proyecto depende de la buena voluntad de entidades y personas. Por eso, desde nuestro programa Sé Solidario además de ofrecerles apoyo económico, les hemos aportado carritos de comida para los beneficiarios o un fondo para la compra de 600 playeras nuevas para los chavales.
Como dice Pilar, “ahora, en la época en la que estamos, que muchos jóvenes no tengan derecho a tener su casa y su trabajo, o un plato de comida que llevarse a la boca, es increíble”. Por eso, todo es bien recibido en esta asociación. Y todos. Incluso la gente que sólo viene a contar sus problemas. En la asociación Pato Amarillo, sea la situación que sea, la única respuesta es la ayuda al otro.
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