En Altamar lo efectivo es lo afectivo
Una oportunidad para los niños de La Trinidad y El Perchel, en Málaga
Es difícil creer que a tan solo unos metros de El corte inglés íbamos a encontrarnos con niños que sufren verdaderos dramas diarios y que por su situación, pueden llegar a vivir condenados a una vida marginal y sin oportunidades… Comenzamos dando apoyo escolar a niños de estos barrios y paulatinamente hemos ido creciendo en programas al detectar las necesidades del colectivo al que atendemos: familias afectadas por problemas socio-económicos, droga, desestructuración familiar, delincuencia, criminalidad, analfabetismo, fracaso y absentismo escolar, problemas afectivos y emocionales; familias con apenas una pequeña pensión con la que mantenerse y personas inmigrantes.
Con un equipo formado por una directora, 4 monitoras y más de 40 voluntarios, todas las tardes de lunes a jueves en un pequeño local cedido por la Fundación Santa María de la Victoria, desarrollamos nuestros programas en plena zona 0: meriendas, apoyo escolar personalizado, educación en valores, talleres, orientación familiar, hábitos de vida saludable, atención de las necesidades básicas de las familias más necesitadas, apoyo a niños expulsados del centro escolar, y formación y fomento del voluntariado. Es increíble el clima que existe en Altamar, la complicidad entre niños y voluntarios, las emociones, los sentimientos, el espíritu de lucha, la constancia, la paciencia, la empatía, el compañerismo, las risas, los rollos, la esperanza, la ilusión, la ayuda mutua… hay que venir y vivirlo, porque es un ambiente que te atrapa, que transmite sensación de hogar, de familia.
Los niños se esfuerzan porque quieren venir cada tarde, y nos sorprende, porque aquí tienen que estudiar, pero vienen con ganas porque saben que vamos a sacar lo mejor de cada uno de ellos, confiamos en ellos y les hacemos creer en ellos mismos, les enseñamos a soñar y a luchar por cumplir sus sueños. ¿Cómo lo conseguimos? Con amor y cariño, en Altamar lo realmente efectivo es lo afectivo… el amor, el darse a los demás es imbatible.
Nuestros niños ya sueñan, y se esfuerzan, no quieren acabar en la calle, tienen aspiraciones y luchan por ellas: peluquero, policía, abogada, matrona, cirujano, profesora… son sueños que se van a hacer realidad.
y los padres les apoyan, ellos no tuvieron la misma suerte o las mismas oportunidades, pero piden ayuda, tienen nuestra mano, se dejan ayudar y ven que su vida y la de sus hijos cambia de rumbo.
Nos maravilla y nos abruma la red de solidaridad que se está tejiendo en Altamar, voluntarios y colaboradores que se han sumado a nuestro proyecto y lo hacen posible.
En 2019 tuvimos la suerte de contar con la ayuda de Sé Solidario de Fundación MAPFRE. A nivel económico supuso un gran empuje ya que contamos con muy pocos recursos económicos y gracias a esta ayuda pudimos atender a niños que estaban en lista de espera y de otra manera no hubiera sido posible. A nivel de visibilidad ha sido un sueño para nosotros ya que carecemos de medios suficientes para publicitarnos y darnos a conocer; gracias a vosotros conseguimos camas para dos de nuestros niños que se turnaban para dormir en un sofá cama con los muelles salidos.
Y a nivel humano no os podéis ni imaginar lo que habéis significado para toda la familia de Altamar. GRACIAS de corazón por creer y confiar en nuestro proyecto, por hacernos sentir grandes y especiales, por ser nuestro motor para seguir luchando por y para los niños y familias de la Trinidad y El Perchel. GRACIAS por vuestro cariño y la calidad humana de todo el equipo de Fundación MAPFRE. GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.