Kusimayo combate la anemia y el analfabetismo de los niños de Puno, en Perú
El programa Miles de Sueños ofrece a los menores de Puno una nutrición adecuada, salud y educación
Proyecto vigente
Puno es una de las regiones más pobres del Perú y eso hace que los menores, uno de los grupos de población más vulnerable, que viven allí sufran las consecuencias de la falta de servicios básicos, de la escasez oportunidades de empleo para las familias y de la dificultad de mantener una nutrición adecuada. En Puno el 76% de los niños menores de 3 años sufre de anemia.
La anemia no solo afecta al desarrollo físico saludable de estos menores, sino que también perjudica a su desarrollo cognitivo. De cada 6 niños, 1 no tendrá la capacidad necesaria para alcanzar su potencial genético completo, y 3 no recibirán la educación adecuada.
Kusimayo trabaja en la región para conseguir acabar con la anemia. Sus herramientas, que canaliza a través del programa Miles de Sueños, son los desayunos diarios, el reparto de útiles de escolares y de aseo, las mejoras de infraestructura como bombas de agua, letrinas, cocinas, gas y muebles adecuados, y los talleres que se realizan para empoderar a madres y maestras para que la alimentación sea saludable y con alta funcionalidad.
Los niños reciben los desayunos de acuerdo con un programa semanal elaborado con el apoyo de una nutricionista, en el cual se asegura la inclusión de una proteína diaria a los niños para lograr una mejor alimentación y un desarrollo adecuado durante los 5 primeros años de vida.
Las madres participan activamente en la elaboración de platos como el quinoto con anticucho de hígado, deditos de pollo con y puré de papa verde, salteado de mollejas con arroz al pimiento o panqueque de cañihuaco, entre otros, todos ellos con los nutrientes necesario para vencer la anemia y la desnutrición.
Además, el programa trabaja para incrementar la asistencia escolar, a la vez que se motiva a los maestros y se involucra a los padres en la educación de sus hijos.
Kusimayo reemplaza la espiral de pobreza por un círculo virtuoso, involucrando a toda la comunidad: las madres están a cargo de preparar los desayunos, la escuela pertenece a la comunidad y los maestros son asignados por la autoridad educativa local (Ministerio de Educación).
Gracias a esta asociación hoy, 550 niños en 45 comunidades rurales reciben una alimentación adecuada y asistencia escolar.