Creando huellas
Para que el confinamiento no amplíe las brechas de desigualdad en la educación
Para paliar esa situación, para seguir dando apoyo a niños que necesitan refuerzo escolar, para que el confinamiento no amplíe las brechas de desigualdad, los voluntarios de Fundación MAPFRE han participado en la actividad de refuerzo escolar Creando Huellas. Ellos nos cuentan cómo ha sido su experiencia.
La gran satisfacción de ayudar a los demás
He participado en la actividad de refuerzo escolar Creando Huellas.
El poder ayudar a los demás siempre es una actividad positiva, grata e incluso hasta necesaria.
En estos momentos lo considero una actividad esencial, debido a que los recursos y los medios de actuación se han limitado debido al confinamiento, y las necesidades han aumentado.
Una experiencia inolvidable para ambas partes
Participar en la actividad de refuerzo escolar Creando Huellas ha sido una experiencia maravillosa y una de las mejores acciones de voluntariado que he realizado.
La verdad es que nunca había participado en una actividad así y es enormemente gratificante. El poder ver la cara de felicidad de una niña que disponía por primera de vez de Tablet con conexión para recibir clases on line con ‘‘su profesor particular’’, y la predisposición de la misma a aprender todo aquello que le enseñaba, ha hecho de la experiencia algo inolvidable para ambas partes.
Sin duda alguna muy recomendable.
Una experiencia muy gratificante
Ismael ha sido un alumno ejemplar, las tareas las llevaba preparadas y me comentó que estudiaba mucho y quería dedicarse al ramo de la Sanidad. De hecho, su hermano es médico y está en su país de origen trabajando. Su madre habla con él todos los días porque está muy preocupada.
Un día le presenté a mi hija, que entró en la habitación para preguntarme algo (cosas del teletrabajo) y le pareció muy guapa. Me preguntó donde vivía yo, le expliqué que vivía en un lugar muy bonito, cerca del mar, Ismael me dijo que le gustaba mucho el mar, y fui con el ordenador a la terraza y se lo enseñé. Ismael empezó a gritar de alegría.
Pasado el día del examen, le pregunté como le había salido y me contó que su nota fue de 7, así que le di la enhorabuena y le insté a que siguiera con ese interés por los estudios.
Para mí ha sido una experiencia muy gratificante.
Es imposible no involucrarse
Creo que en total di unas 10-12 horas de clase en dos semanas y media. Fueron pocos días pero Ismael es un niño con un ansia desmedida por aprender y acabamos teniendo clase unos 4 o 5 días a la semana incluyendo los fines de semana. También le mande vídeos en los que le explicaba partes del temario que le costaban más para que pudiera verlos y repasarlos cuando le viniese mejor.
Ismael ha sido un alumno fantástico, con muchísimas ganas de aprender, muy comprometido y aplicado. Siempre educado, abierto y muy simpático. Ha sido un placer darle clases, y yo misma he aprendido mucho escuchándole y respondiendo a sus preguntas. Nunca pensé que acabaría dando tantas horas en tan pocos días, pero ves el impacto que tienes sobre un niño, como influyes para que entienda mejor el temario y le ves coger confianza día a día, y es imposible no involucrarse. Me ha encantado la experiencia y además me llevo la satisfacción añadida de que Ismael ¡haya sacado un 7 sobre 10 en su examen final!