Femme [Mujer]

Técnica

Grafito sobre papel

Medidas

Medida mancha: 22 x 16 cm (8 11/16 x 6 5/16 in.)
Medida marco: 52 x 46 x 4 cm

Inventario

FM000272

Descripción

El pintor catalán Rafael Durán Camps (Sabadell, 1891 – Barcelona, 1979), que firmaba sus obras como Durancamps, fue básicamente un autodidacta, aunque se formara junto a otros artistas como Joaquim Mir, del que recibió una considerable influencia en sus inicios. Como el propio Salvador Dalí, pintó los paisajes de Cadaqués, fue un asiduo visitante del Museo del Prado y estuvo vinculado a Eugenio D’Ors. Los dos pintores siguieron manteniendo el contacto cuando se trasladaron a París, donde Durán Camps abrió una galería en 1935, frecuentada también por Picasso y Miró.

Varios de los nombres y circunstancias que se acaban de citar merecen ser tenidos en cuenta a propósito a este dibujo daliniano, para establecer las coordenadas en las que se inscribe y los estímulos a los que responde. Están, por un lado, las tendencias clasicistas, como las del noucentisme preconizado por D’Ors o la etapa de Picasso que se inclinaba en esa misma dirección. Y, por otro, las diversas derivaciones de Cézanne que Dalí conocía bien, como la obra de Joaquim Sunyer, de particular ascendiente sobre él en 1923.

Por supuesto, tampoco cabe ignorar el carácter de estudio académico, tan evidente en este dibujo. Pues en septiembre de 1922, el año anterior al de su realización, su autor se había trasladado a Madrid para ingresar en la Escuela Especial de Escultura, Pintura y Grabado, más conocida como Academia de Bellas Artes de San Fernando. Y allí tuvo como profesor a Daniel Vázquez Díaz, con cuyos dibujos y otros trabajos de esas mismas fechas cabe relacionar este aplicado apunte.

Debe subrayarse, a este respecto, que si hay un suceso que marque el año 1923 en la biografía de Dalí ese fue su expulsión de San Fernando en el mes de octubre. La causa, haber instigado como máximo cabecilla las airadas protestas por no serle concedida a Vázquez Díaz la cátedra de Pintura al Aire Libre a la que se presentaba, y que ganó José Ramón Zaragoza. Tres años más tarde, en 1926, el pintor ampurdanés participó en la exposición Arte Catalán Moderno patrocinada por El Heraldo de Madrid y celebrada en el Círculo de Bellas Artes. Lo hizo con dos cuadros, Muchacha en la ventana y Venus y marinero, siendo adquirido este último por su antiguo profesor, quien lo puso en su estudio, y seguramente alcanzaba a reconocer en este lienzo la asimilación de sus lecciones.

En esas peculiares memorias que constituyen su Vida secreta Dalí fue más explícito al señalar los méritos que apreciaba en el desempeño de Vázquez Díaz. En el capítulo dedicado a su etapa madrileña no ahorra calificativos al deplorar el atraso que padecía la capital en cuestión de artes plásticas. Así, por ejemplo, asegura que en la Academia de San Fernando sus condiscípulos eran tan reacios a cualquier tendencia moderna que rechazaron con improperios un libro sobre Braque que les llevó para que se pusieran al día. En ese ambiente, el citado profesor suponía un valioso puente, que podía facilitar una actualización sin rupturas: «Al parecer todas las pinturas eran de una mediocridad absoluta, con la excepción de las de Daniel Vázquez Díaz, que correspondían a lo que en aquella época se llamaba postimpresionismo. La semilla que yo dejara caer descuidadamente entre los estudiantes de la Escuela estaba germinando, y una minoría de ellos —los más activos y bien dotados— habíanse súbitamente entusiasmado con Vázquez Díaz, que sin haber llegado al cubismo estaba influido por él, de modo que, a su través, la gente podía tragar lo que ni tan sólo habría considerado si hubiese venido de mí».

[Agustín Sánchez Vidal]