Madrid 2011
Fernando Maquieira
Madrid 2011, 2011
Siéntete perdido la mayor parte del tiempo
© Fernando Maquieira, 2020
© COLECCIONES Fundación MAPFRE
Técnica
Impresión Ink-jet con tintas de pigmentos minerales sobre papel Hahnemühle photo rag Bright white 310 gr/m2. 100% algodón
Medidas
Mancha: 40 × 58,3 cm (15 3/4 × 22 15/16 in.)
Papel: 43 × 61,2 cm (16 15/16 × 24 1/8 in.)
Inventario
FM002219
Objeto / Documento
1/9 + 2PA Firmada y numerada
Descripción
Al clausurarse la Exposición Internacional de París de 1937, en la cual el Pabellón Español había supuesto un grito de atención al mundo hacia la terrible guerra civil que asolaba el país, con obras tan significativas como el Guernica de Picasso y la escultura El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella de Alberto Sánchez, este último regresa a Valencia, donde al poco tiempo es destinado por el Gobierno de la República a viajar a Moscú para hacerse cargo de la enseñanza de dibujo de los niños españoles evacuados a Rusia. Durante el desarrollo de esta labor docente le sorprende el final de la Guerra Civil y opta entonces por permanecer en Moscú como exiliado político.
Se inicia así un nuevo periodo en la obra de Alberto marcado profundamente por el forzado exilio en tierras rusas y por la situación artística que se vive en esos años en el país. Dedicado, sobre todo, a la docencia, Alberto retomará la actividad en el terreno escenográfico, ya iniciada en España con sus colaboraciones con Federico García Lorca para La Barraca, y comenzará a trabajar con compañías de teatro rusas. Entre 1940 y 1956, Alberto colabora frecuentemente con el Teatro Kamerni, el Teatro de Miniaturas, el Teatro Gitano y el Teatro Dramático Stanislavski de Moscú, realizando decorados y figurines para obras de Tolstoi, Mijalkov, Goldoni, Cervantes, Lope de Vega y, sobre todo, para varias piezas de Federico García Lorca. También en esos años, el artista retoma la pintura al óleo, ejecutando múltiples bodegones, paisajes y retratos. Es ésta una etapa intensa pero algo oscura, en la que las directrices artísticas marcadas por la política soviética impiden a Alberto desarrollar toda su potencia creativa.
Iniciada en Rusia la apertura política que supuso el gobierno de Kruschev, Alberto reanuda su trabajo como escultor y, hasta su muerte, desarrolla una intensa actividad. Este último periodo supone un retorno al punto de inflexión que, abandonado en 1937, había supuesto el hallazgo de nuevas soluciones escultóricas al «hueco activo» y el inicio de sus piezas en chapa de hierro. Conviene destacar en esta etapa obras fundamentales como El cazador de raíces, Pájaro bebiendo agua, Perdiz del Cáucaso, El gallo y la gallina, Toro y paisaje o Casa del pájaro ruso. Pero, sobre todo, Alberto retoma el motivo de la mujer castellana llevando a cabo una larga serie de esculturas que van desde la versión realista hasta la más lírica abstracción. Y paralelamente, realiza una serie de dibujos escultóricos que pueden considerarse bocetos de posibles esculturas u obras autónomas. Este dibujo es un ejemplo magnífico de la explosión creativa de Alberto en su última etapa.
El artista, después de tantos años de permanecer apartado, da rienda suelta a su potencial dejando un epílogo a su obra que vuelve a confirmarlo como el mejor escultor español de su época.
[Juan Pérez de Ayala]
La adquisición realizada por Fundación MAPFRE se centra en obras de las series Siéntete perdido la mayor parte del tiempo (2010-2011), Ruta 40: Argentina (2006) y Guía de Museos (2010-2012).
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